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Cañonismo
Machito de las Flores


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Por Yocelatte 
Aventurera y trotamundos
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VIERNES 27 DE DICIEMBRE DE 2013

¡Y que me invitan a cañonear, y que digo que sí! Creo que más tardaron en invitarme que yo en estar lista para emprender esta nueva aventura. Esta vez se pasaron con el horario… ¡Ricardo fue por mí a las 4:20 de la madrugada!  Salí aún con la marca de la almohada en la cara, es imposible que el glamour me acompañe a esta hora.  Iba cual zoombie, pero súper emocionada por empezar esta nueva historia. Llegamos a casa de Adrián y ahí nos encontramos con Atzin y Ruth. Subieron el equipo al coche y después de unos minutos ya estábamos listos para encontrarnos a los demás en la caseta de Cuernavaca.  Ya completos emprendimos el camino hacia un lugar que tiene el nombre biiiiiiiiien varonil… “machito de las flores”.  No me pregunten por qué le pusieron ese nombre, lo que puedo agregar a su defensa es que es uno de los lugares más lindos que conozco, realmente te atrapa con su belleza. Éste se encuentra en Colula, a 30 minutos de Iguala en el estado de Guerrero; hicimos aproximadamente 3 horas en llegar desde la Ciudad de México, el viaje se me paso volando entre “La cuca”, “Castañeda”, “Los fabulosos Cadillac” y claro, los chistes de Adrián que interrumpían las canciones.


Primero pasamos a desayunar a Colula, un pueblito con un pequeño kiosco en el centro. Venden unas mini gorditas de maíz azul trozado y manteca ¡buenísimas! Las sirven con un poco de crema y salsa, ¿así o más mexicano el asunto?

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Después de nuestro desayuno estábamos listos para rebotar… ¡perdón! para marcharnos a nuestro destino. Pasamos un rato más en la carretera, hasta que nos metimos en un camino de terracería que va de bajada. UN CONSEJO: de preferencia no vayan en coches fresas porque sí es una frieguita la que se lleva, servicio con todo y exfoliación que las ramas van haciendo a la pintura de tu lindo auto. Insisto lo mejor del mundo mundial es un JEEP SAHARA, ¡UUUUUUUUUUF! <3  (Me estoy proyectando y eso que no me pagan regalías por hacerle promoción)  una camioneta o de plano déjate fluir como Atzin que solo pensaba en lo bien que se la iba a pasar.

Más adelante se corta el camino para dar paso a una pequeña zona abierta donde caben aproximadamente 5 coches. Ahí dejamos los autos y bajamos por unas escaleritas de cemento para ver cómo estaba la cascada...¡Perfecta! Tenía buena corriente y la verdad es que impacta al verla, el azul del agua te llena la mirada.
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Inmediatamente nos fuimos a cambiar, deseábamos entrar ya. Nos pusimos nuestros trajes de neopreno, arnés, tomamos las cuerdas, mochilas, bla-bla-bla y empezamos a subir caminando en contra dirección del rio. Te adentras en la vegetación, abres camino hasta encontrarte ante un riachuelo que apenas tapa tus pies y empiezas a subirlo hasta llegar al punto más alto del lugar, el cual se cruza con una carretera.  Comienzas a caminar entonces por el asfalto saludando a las personas que te encuentras ya que romperás con su visión ordinaria. Llegas a un puente  pequeño y ahí empieza la aventura. Tienes dos opciones: aventarte del puente hacia el rio o rodearlo por las piedras.Ya estando ahí, dispuesta y sin pensar, me subo a la barda del puente y ¡a brincar se ha dicho! No entraré en detalles, pero me salió mi complejo de ardilla voladora en este clavado.

Después de que todos ya estábamos en el rio, Adrián empezó a preparar la cuerda para nuestra primer rappelada. Todos comenzamos a checar nuestro equipo de nuevo, el arnés bien ajustado, casco, mochila, botas, etc.

Una vez listos bajamos uno por uno, tomando nuestro tiempo. Mientras esperas tu turno, vas viendo el descenso de tu compañero. La técnica que está ocupando para bajar. Observas su ruta para ver si es conveniente para ti. Aproximadamente son como 10 cascadas.

La dificultad es mixta, va desde una mini cascada que bajas con los ojos cerrados hasta una que merece toda tu atención. Una de estas se encuentra aproximadamente en medio del recorrido. Es una cascada muy estrecha.  Adrián fue el primero y prefirió rodear el cauce del agua e irse por las rocas, yo la verdad no sabía cómo bajar, mis botas se estaban resbalando y temía que si hacía lo mismo  perdería el equilibrio por la corriente del agua y me estrellaría contra las rocas; así que cuando fue mi turno comencé a bajar y estando en el momento de tomar la decisión de meterme a la corriente o intentarlo por afuera, recordé lo que me dijo Ricardo: “que si me metía a la cascada el casco me iba a ayudar un poco para poder respirar y ver”.  Así que decidí bajar de esta manera. Me metí a la cascada, obviamente tienes que controlar más la cuerda y tus nervios, la presión que ejerce el agua sobre ti es más fuerte.
Durante todo el recorrido, tienes que cuidar los detalles: cosas tan importantes como jamás soltar la línea de vida del rappel, pisar firme y bien (obviamente no quieres un resbalón, fractura, esguince en estos lugares en donde el servicio médico es de difícil acceso), o cuando no bajas a rappel y saltas la cascada, cuidar que no te entre agua a los oídos, etc.

El neopreno te ayuda mucho a no tener tanto frío ya que de repente llega la corriente de aire que te pone a temblar… yo en la primera oportunidad que tenía me ponía como lagartija en el sol.No olvides tampoco estar tomando agua, porque al estar en el rio es probable que no sientas la necesidad de tomar agua, pero esto puede hacer que te deshidrates fácilmente.  Un pequeño refrigerio como nueces y pasas puede ser muy útil también (habló la nutrióloga).

Insisto que los mejores paisajes en donde he estado, son aquellos que me han demandado algún esfuerzo: el agua todo el tiempo tiene un color azul increíble, jamás había visto tantas mariposas juntas, creo que fue mi momento más cursi… caminas y revolotean a tu alrededor.
Mientras esperábamos nuestra oportunidad de bajar Atzin, Ricardo y yo nos divertíamos sentándonos en el cauce del rio para hacer que el agua se acumulara y corriera con mayor presión. La textura de las rocas es sorprendente, fue labrada por el capricho del agua así que merece la pena que te fijes en cada detalle de este bello lugar.

Es necesario resaltar la importancia del equipo.  Ante todo debes tener la certeza de contar con el equipo adecuado para proteger tu seguridad y estar acompañado por un grupo muy chévere para que te la pases de lujo (como siempre el compañerismo). Este recorrido cierra con broche de oro por una cascada algo larga; mientras vas bajando le vas dando las gracias a este lugar por dejarte conocerlo, agradeces un recorrido exitoso y placentero.  De esta manera, sales del río pero antes, recuerda tomar la foto del recuerdo con un equipo formidable.

Ahora sí, después de mi súper salto de ardilla y aprovechando que me queda cerca Acapulco…     ¡me voy a La Quebrada!

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Subiendo las escaleras de concreto por donde habíamos bajado para ver el cauce de la cascada, llegamos a los coches;  empezamos a sacar nuestra ropa de las mochilas y un detalle tan banal puede hacerte el día.  Obviamente mi maleta se había quedado en el coche, al cual  le dio el sol un buen rato, así que mi ropa estaba caliente… el choque de tu piel mojada y fría con el de la ropa seca y muy “hot”, es igual al de un abrazo. Todos nos apresuramos a cambiarnos para ir a comer a la carretera.  Llegamos hambrientos al lugar y mientras nos servían nuestros platillos, se nos atravesaron las tortillas hechas a mano, una crema deliciosa, frijoles y salsa, ninguno perdió la oportunidad de probar esta delicia. Todos estábamos profundamente relajados por la actividad que acabábamos de realizar y  la buena energía que nos había proporcionado este sitio.

Una vez que terminamos de comer estaba obscureciendo, se podía ver el contorno de las montañas perdiéndose en un cielo azul intenso. Saliendo del restaurante nos despedimos con la promesa de volvernos a ver en otra aventura.  Nos subimos al coche y empezamos nuestro regreso a casa.Había algo de tráfico rumbo a la ciudad (para no variar), pero nada como una buena música y la plática taaaaaaaaaaaaaan profunda e interesante de tus camaradas. Sigo sin saber si mi dolor de abdomen es a causa del esfuerzo físico o consecuencia de la risa producida en el auto. Agregué fácil 10 horas a mi vida y eso se los agradezco queridos amigos. Un verdadero placer compartir esta aventura. El cielo estaba majestuoso, estrellas que guiaban nuestro camino y como siempre daban el toque mágico, tanto que recordé mis ganas de comprar un telescopio para estas ocasiones.
Llegando a casa, la almohada me esperaba.  Me deje caer en la cama y me perdí como si “Machito de las Flowers” hubiera sido uno de mis bellos sueños.

Si quieren vivir una pato aventura así no duden en comunicarse al grupo DAE (Deporte de Aventura Extrema).

DANIEL ROSAS 55 23 39 31 83               
RICARDO TRUJILLO 55 27 67 63 60


¡Recomiéndenme lugares o invítennos!

¡Mucha luz y hasta la próxima aventura! Bss :*

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