Monsters University
Pixar demuestra una vez mas ser el alumno destacado de la clase
Por Tania Rubio @TaniaRubio 28 DE JUNIO DE 2013
Doce años atrás -durante el ascenso de los estudios de animación Pixar y tras el éxito sin precedentes obtenido por las primeras dos cintas de Toy Story- conocimos a los abominables/encantadores personajes que laboran en la compañía Monsters Inc., procesando los gritos de los niños a quienes asustan cada noche, para transformarlos en energía pura que impulsa la operación y funcionamiento de este singular universo. Conocimos cómo la tierna Boo se cruza en su camino y les permite cambiar el sistema en el que han siempre operado.
Una idea original que en el 2001 nos permitió encariñarnos con la pareja formada por Sulley y Mike Wazowski y por todos los demás seres salidos de la imaginación de sus ingeniosos creadores. Pixar recurre una vez más a sus éxitos seguros para transformarlos de alguna manera en franquicia. Sin embargo, esto no es necesariamente malo si se consiguen secuelas sólidas como ya lo han sabido hacer en el pasado (Toy Story), aunque representa el riesgo de opacar los logros obtenidos por su predecesora si el resultado no logra satisfacer las expectativas. Esta vez, Monsters regresa en forma de “precuela”… es decir, seremos testigos de cómo se conocen Mike y Sulley cuando eran unos jóvenes ansiosos por convertirse en asustadores profesionales en sus tiempos universitarios. De esta manera y pisando tierra firme y conocida, los estudios de animación nos presentan una película redonda y muy bien ejecutada, emotiva, original, con mensaje y sumamente divertida, ideal para el verano fílmico. Monsters University es un festín colorido de texturas, tonalidades, formas y seres que si bien no proponen nada nuevo en materia de dirección o de animación a lo que establecieron previamente en Monsters Inc., posee una principal virtud: un sólido y divertido guión. |
Mike
Wasowski (voz de Billy Crystal en inglés y doblaje de Andrés Bustamante) ha
deseado desde niño, convertirse en un gran “asustador” y unirse a las leyendas
que trabajan en Monsters Inc. Gracias a
una gran disciplina consigue entrar en la Facultad de los Sustos dentro de Monsters
University, pero la tarea de convertirse en asustador profesional no será nada
fácil a pesar de ser un estudiante modelo: el más responsable, aplicado y
determinado de la clase (el nerd por excelencia). Y es que tal parece que este ser de un solo
ojo, es más divertido y amable que terrorífico, por lo que su destino parece
incierto sin ese “no sé qué” que algunos simplemente poseen y otros no. Por su parte, James 'Sulley' Sullivan (John
Goodman en inglés y Víctor Trujillo en el doblaje al español latino), heredero
de una familia de grandes asustadores, popular, portador del físico y del talento
para espantar que pudiera considerarse un don innato, tampoco verá su sueño
tan fácil de alcanzar al carecer de la disciplina y la concentración necesaria
en sus estudios.
Nacerá entonces una rivalidad-amistad entre este dueto disparejo que los llevará a explorar los terrenos de la vida universitaria, a vivir hilarantes aventuras en compañía de torpes y simpáticos personajes nuevos y algunos ya conocidos; pero también les llevará a preguntarse qué es necesario para alcanzar sus metas y sueños o bien, para resignarse a una vocación diferente a la anhelada.
El segundo largometraje de Dan Scanlon y coescrito por el propio director, cuenta con un guión divertido, ligero, lleno de simpatiquísimos gags, chistes sencillos pero efectivos y referencias a las comedias colegiales que todos recordamos. Como ya es costumbre en Pixar, el resultado es un producto entretenido para los pequeños pero sumamente divertido y hasta por momentos nostálgico, para los jóvenes y adultos. (Por cierto, no olviden quedarse hasta el final de todos los créditos para ver el chascarrillo adicional de la película). "Monsters University" es el tipo de película que es fácil subestimar, ya que tiene un mensaje sutil pero sin ese tono adoctrinador o profundo (aunque afortunadamente tampoco está tratando de ser una película de altos vuelos). |
Logra así sus objetivos de entretener con gracia e ingenio, y no se escapa por el camino más convencional (aunque es en sí misma un homenaje a los clichés de este tipo de comedias universitarias).
Esta precuela se desarrolla con una ligereza de espíritu que entretiene al espectador y que francamente se percibe como refrescante entre los blockbusters de la temporada. Pixar demuestra nuevamente su talento natural para dotar de emoción a seres animados y hacerlos más cercanos al espectador. La historia no se muestra autocomplaciente sino que logra generar empatía, a través de la lógica ética y moral de sus personajes por supuesto, pero también gracias a sus debilidades o errores, lo cual los hace más frágiles, más “humanos”. Los personajes de apoyo, ingeniosos, bien delineados y divertidos, complementan de manera precisa el ensamble planeado para esta nueva aventura. La técnica de Pixar siempre impecable. La película retoma el humor colegial y posee el ritmo exacto para ser una comedia eficaz; pero también nos ofrece al final de cuentas, una historia simplemente divertida y un guión congruente sobre la búsqueda del propio destino en el que no existen atajos ni fórmulas preestablecidas para el éxito. Si bien, la película no tiene grandes pretensiones o complejidades, es una bocanada de aire fresco en la pantalla grande, atractiva para el público de todas las edades. Ingeniosa, tierna y muy entretenida, Monsters University logra convertirse no sólo en un engrane más dentro de la comercial franquicia, sino en una cinta entrañable y en un digno episodio dentro de la historia de estos “monstruosos” personajes que continúan conquistando la simpatía de los espectadores sin defraudar las expectativas. Después de todo, sus creadores atinan al sugerir que la escuela nunca fue tan divertida. |
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