
Por Anthony Vásquez
Cazador de historias
@PalmerCore
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PELEAR HASTA EL FINAL
Los héroes de Saragarhi #ViernesDeHistorias
Los héroes de Saragarhi #ViernesDeHistorias
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LUNES 6 DE ABRIL DE 2015 Oriente medio ha sido desde mucho tiempo atrás un lugar asolado por los conflictos, desde pequeñas pugnas locales hasta grandes movimientos que han dado forma y también desaparecido a países y territorios. Los motivos van desde lo religioso, político, étnico hasta los causados por el intervencionismo de potencias extrajeras. Un capitulo poco conocido pero sumamente épico en su naturaleza tuvo lugar en esta zona hace poco más de un siglo.
Un conflicto territorial mantenía una férrea lucha fronteriza entre la India y Pakistán, el territorio del primero en posesión británica, el segundo dominado por tribus que constantemente atacaban los puestos fronterizos entre las dos naciones. |
Para detener estas incursiones invasoras, se dispuso una fuerte protección en dos fuertes, «Fort Gulistan» y «Fort Lockhart»; echando mano de las famosas compañías «Sijs», compuestas por soldados sijs, una corriente ideológica nacida siglos atrás con el fin de armonizar a la conflictiva población india, pero que tras su fracaso, persecución y posterior reflorecimiento siguió siendo poco reconocida y sus adeptos discriminados. Causas que les impulsaron a servir mejor del lado de la armada británica india.
Cinco compañías sijs fueron distribuidas entre los dos fuertes antes citados, brindando una buena defensa pero que por desgracia adolecía de un inconveniente, la situación del terreno impedía una comunicación directa entre los dos fuertes, lo que dejaba a uno y otro fuerte sin poder solicitar o prestar ayuda en caso de un ataque.
Para paliar la debilidad se creó un campamento intermedio, precisamente en Saragarhi, construyendo una torre amurallada que en su parte alta tenía un heliógrafo; así se consolidaba una repetidora de señales que mantenía en comunicación a los puestos de Lockhart y Gulistan, su guardia era precaria, con apenas una veintena de sijs a su resguardo. En septiembre de 1897 varios ataques habían sido repelidos por las fortificaciones, pero el enemigo no tardó en darse cuenta que acabando con el puesto de Saragarhi obtendría la ventaja necesaria, así que un sustancioso grupo de unos 10.000 pastunes se dirigió con ese objetivo. El teniente John Haughton que estaba a cargo de las compañías sijs lamentó informar a los ocupantes de la torre que no podrían brindarles apoyo; la retirada era una opción lógica |
Pero contrario a lo que muchos harían, el pequeño grupo sijs en Saragarhi decidió quedarse, pelear hasta el fin y seguir transmitiendo.
Lo esperado no tardo en ocurrir, el 12 de septiembre el enemigo azotó el campamento con su insuperable número, pero los curtidos sijs dieron una batalla digna y heroica, alargando la refriega por horas, cayendo poco a poco no sin antes segar la vida de decenas de enemigos. El operador del heliógrafo siguió transmitiendo las novedades a los otros asentamientos, detallando como el parque comenzaba a escasear y los pastunes estaban por entrar al campamento.
Siete horas duro el ataque, hasta que solo quedo el Gurmukh el operador de comunicaciones, entonces envío su último mensaje antes de entregar su vida en batalla. «Es mi último mensaje, tomaré mi arma...»
Esas siete horas fueron una gran ventana que sirvió para que los dos fuertes organizaran su defensa gracias a la constante transmisión del heliógrafo, así el ataque a la franja fue rechazado en su totalidad. En el sitio de batalla yacían centenas de cuerpos, entre ellos los de esos valientes 21 sijs que son recordados como los héroes de Saragarhi.
Lo esperado no tardo en ocurrir, el 12 de septiembre el enemigo azotó el campamento con su insuperable número, pero los curtidos sijs dieron una batalla digna y heroica, alargando la refriega por horas, cayendo poco a poco no sin antes segar la vida de decenas de enemigos. El operador del heliógrafo siguió transmitiendo las novedades a los otros asentamientos, detallando como el parque comenzaba a escasear y los pastunes estaban por entrar al campamento.
Siete horas duro el ataque, hasta que solo quedo el Gurmukh el operador de comunicaciones, entonces envío su último mensaje antes de entregar su vida en batalla. «Es mi último mensaje, tomaré mi arma...»
Esas siete horas fueron una gran ventana que sirvió para que los dos fuertes organizaran su defensa gracias a la constante transmisión del heliógrafo, así el ataque a la franja fue rechazado en su totalidad. En el sitio de batalla yacían centenas de cuerpos, entre ellos los de esos valientes 21 sijs que son recordados como los héroes de Saragarhi.
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