Pompeya
Una historia de amor hecha cenizas
JUEVES 6 DE MARZO DE 2014
Por naturaleza humana tenemos una tendencia maliciosa a disfrutar de la tragedia siempre y cuando no nos ocurra a nosotros. El cine en numerosas oportunidades ha sacado provecho de este morboso gusto por la destrucción teniendo en su haber varias películas que han dado origen al género de “desastre”. Su auge se dio en los años setentas con cintas como “Terremoto”, “La torre del Infierno” y otras más como "Aeropuerto" que termino por transformarse en un tipo de saga. Sin embargo, el mayor éxito de todas ha sido "Titanic", la cual encontró de la mano de James Cameron la fórmula perfecta al mezclar una historia ficticia de amor con un hecho real como lo fue la catástrofe del hundimiento del “barco que solo Dios podía sumergir”. Nuestro filme en cuestión trata de emular dicha fórmula con resultados digamos "pasables". Pompeya nos presenta una historia que ya hemos visto en repetidas ocasiones (ya sea en series de televisión o en distintas películas). El niño que sobrevive a una masacre en la que es testigo de como asesinan a sus padres para años más tarde convertirse en un temible y poderoso gladiador que buscará cobrar venganza. |
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Como se puede adivinar el destino pondrá de nueva cuenta a nuestro protagonista cara a cara con al asesino de sus padres, pero no sin antes presentarle a quien será el amor de su vida, una bella romana de nombre Cassia, quien huye de Roma para reencontrarse con su padre en Pompeya, tratando de escapar del asedio del poderoso tribuno Corvus.
Pero seamos sinceros, como lo mencione al inicio de esta reseña, no estamos en la sala de cine por ir a ver una historia de amor, estamos por ver como el Vesubio hace erupción y hace añicos a la famosa ciudad romana.
Paul W.S. Anderson (un director al que difícilmente muchos podrían otorgarle el calificativo de bueno) hace un buen trabajo mostrando una erupción volcánica sin precedentes en la historia del cine, todo esto en medio de una bien lograda representación de la ciudad de Pompeya. Haciendo uso de la tecnología de nuestros días, Anderson nos muestra espectaculares escenas de destrucción en la que se mezclan terremotos, tsunamis, rocas incandescentes y nubes toxicas para recrear una de las catástrofes más grandes de la humanidad. |
Quizás
esta cinta motive (como lo fue en mi caso) a que el espectador busque más información
ya sea en libros o documentales sobre lo que en realidad ocurrió en Pompeya. (Aprovecho para hacer un breve paréntesis e
invitarlos a que lean en nuestra página los artículos sobre este trágico suceso
desde el punto de vista histórico y científico).
El elenco de la cinta es sólido pero le hace falta una
estrella que sostenga esta producción ya que por momentos parece que estamos
frente a una serie de televisión. Por un lado tenemos a Kit Harington (a quien todos los seguidores de “Juegos
de tronos" lo identificaran de inmediato) desempeñándose como el protagonista de la
historia. El lado más débil de su papel es cuando se nos presenta como “El celta” un temible gladiador que en pantalla no
termina del todo por convencer (tal vez podamos echarle la culpa
de esto a la serie de televisión “Spartacus” en la que se muestran los gladiadores más rudos y violentos ). De hecho por momentos luce mucho más su
compañero de arena llamado Atticus (mejor conocido como “Algrim” en las cintas
de Thor). El papel de
Cassia es interpretada por Emily
Browning (actriz australiana que recordamos vestida de colegiala en la cinta "Sucker Punch") y es quien
otorga, lo que quizás sea, la actuación más sólida de toda la película. Desafortunadamente
no podemos decir lo mismo del villano, el cual es interpretado por Jack Bauer
(perdón quise decir Kiefer Sutherland) quien nos entrega un personaje bastante acartonado.
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Pese a lo que se pueda pensar, la cinta desde el punto de vista comercial no
es mala, Paul W.S. Anderson termina por ofrecernos lo que hasta la fecha
resulta su mejor película, alejándose de su eterna franquicia de zombis,
experimentando con una trama solida aunque muy poco original, otorgándonos una cinta entretenida, bien balanceada y visualmente
muy atractiva. Los más jóvenes o adolescentes quizás suelten alguna lágrima y
hasta lleguen a emocionarse con el desarrollo de la historia, a los demás les
bastara con ver la erupción del Vesubio en 3D para no arrepentirse del costo
del boleto. ¡Ojalá que no vivamos nunca nada similar con nuestro hermoso
Popocatépetl!
Si quieres saber más sobre el tema no te pierdas:
El Vesubio - El gigante que sepultó dos ciudades
Las Crónicas de Plinio - El nacimiento de un volcanólogo
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