¿Alguna vez te has preguntado qué ven las personas cuando te miran?
Esa persona que observan ¿en realidad eres tú?...
Todos tenemos una imagen, queramos o no; y esta imagen dice cosas de nosotros; como el tipo de actividad a la que nos dedicamos, nuestros gustos, manías, hábitos, etc. Y si no somos conscientes de la imagen que proyectamos, nos arriesgamos a dar un doble discurso y parecer quienes NO somos. En la actualidad la “Imagen” se ha convertido en un concepto banal y hueco que en ocasiones se enfoca solamente en el uso de prendas “a la moda”; sin embargo, una buena Imagen va más allá de estas prendas, pues comprende muchos diferentes elementos; como el color ideal (que resalta nuestras facciones y tono de piel), el corte de la ropa que resalta nuestros atributos físicos, crea balance visual y respeta el código de vestimenta de un determinado lugar. Los accesorios adecuados que representan nuestra esencia, una buena comunicación corporal y un buen manejo de la situación (Protocolo) logran ayudarnos para crear una buena Imagen que nos sirve como herramienta para alcanzar nuestros objetivos. Es importante saber que cuando conocemos a alguien, nuestro cerebro tarda entre 5 y 30 segundos para formamos una primera impresión. De la misma manera, el impacto visual es tan importante que ocupa el 55% para la toma de decisiones, mientras que el mensaje tiene solamente un 7% de importancia para el cerebro; el 38% restante lo ocupa el medio. Con tales datos, no nos queda más, que tomar las riendas de nuestra imagen, hacer una auditoría de lo que proyectamos, preguntarnos cuál es el mensaje que queremos transmitir y crear un plan para saber cómo lo vamos a lograr sin perder nuestra esencia. “Para ser, también hay que parecer”. |
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