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Por Anthony Vásquez
Cazador de historias
@PalmerCore


LOS MANGLARES DE LA MUERTE
La masacre de Ramree

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VIERNES 21 DE NOVIEMBRE DE 2014
En 1945 durante la segunda guerra mundial, el ejército japonés, aliado del eje había desplazado tropas hasta Birmania (actual Myanmar) para hacerse con el dominio del estratégico puerto comercial de la isla Ramree, Kyaukpyu.
Las noticias sobre la invasión nipona de inmediato alertaron al ejército británico, la perdida de Kyaukpyu era algo que no se podían permitir, ya que perderían el dominio sobre rutas de abastecimiento en Asia. La Royal Navy movilizó tres de sus mejores buques: el acorazado HMS Queen Elizabeth, el portaaviones HMS Ameer y el crucero HMS Phoebe; esto por mar, por tierra dos brigadas compuestas por elementos británicos e indios que entrarían en acción tras el ataque de artillería del Queen Elizabeth y los bombardeos por parte de aviones B-24 y P-47 de la RAF.

En respuesta los japoneses habían instalado baterías antiaéreas, cañones y minas, pero fueron insuficientes contra los golpes de artillería aliada y el asedio de las fuerzas aliadas, pronto Kyaukpyu fue tomado y los japoneses obligados a retroceder dejando solo a un contingente de cerca de 900 soldados que cubrirían la retirada y tratarían de proteger otros puntos cercanos estratégicos, cumplieron bien su cometido hasta que el parque y provisiones se acabaron, además que las brigadas británica e india los rodeaban.
La única forma de escapar era internándose en los manglares que rodeaban la isla y tratar de reunirse con otro grupo de soldados japoneses. Una franja de 16 kilómetros donde les aguardaba un infierno mucho peor a morir en manos enemigas.  Dentro de los pantanos moraban cientos de serpientes e insectos ponzoñosos que se metían en los uniformes buscando calor, además el barro pegajoso dificultaba caminar y agotaba las pocas fuerzas de los hombres, pero había un peligro mucho mayor para los nipones, ya que en algunos tramos el agua les llegaba a la cintura o hasta el cuello y precisamente ahí estaba infestado de cocodrilos marinos.
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La bestias prehistóricas, expertas en el arte de cazar sigilosamente, pronto comenzaron a darse un festín con los soldados, era común ver como desparecían arrastrados al fondo donde eran atorados en ramas para ser comidos cuando se pudriera su carne, o peor aun ser despedazados con el giro de la muerte (acción que efectúan los cocodrilos cuando muerden a una presa y giran sobre sí mismos para arrancar la extremidad o tajo de carne).

Elementos de las brigadas aliadas que perseguían por tierra a los japoneses relataron que en las noches los gritos de los japoneses eran tan desgarradores que les aconsejaron rendirse pero se negaron y prosiguieron su huida mortal.

Días más tarde cuando los aliados llegaron al final de la brecha, solo encontraron a una veintena de soldados nipones, su estado era deplorable, y aun en shock, fueron ellos los que contaron la pesadilla que habían vivido en los pantanos.

Hoy en día la cifra real de soldados muertos en los manglares de Ramree es incierta, ya que existe la suposición de que una parte del contingente japonés pudo escapar antes y se unió a otra unidad. Pero aun así, al menos medio millar fue presa de enfermedades, desnutrición o lo peor, alimento de los cocodrilos.

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