Por Tania Rubio
@TaniaRubio
TERAPIA DE RIESGO
(SIDE EFFECTS)

Steven Soderbergh nos entrega una cinta que clama se trata de su
último trabajo como director. Para esta “despedida fílmica”, nos presenta un thriller emocionante, bien ejecutado, con un ensamble muy bien diseñado, buenas interpretaciones de sus protagonistas y un guión original a través del que introduce al espectador dentro un sombrío mundo de la psiquiatría, de la industria farmacéutica y de los móviles humanos como la ambición, la ética y los trastornos psicológicos.
En esta historia, la joven Emily Taylor (Rooney Mara) aguarda pacientemente la salida de prisión de su amante esposo (Channing Tatum), tras 4 años de encierro por tráfico de influencias, mientras enfrenta lo que parece ser un cuadro severo de depresión que la orilla a cometer un intento de suicidio; suceso que la conduce a ser atendida por un exitoso y aparentemente intachable psiquiatra de nombre Jonathan Banks(Jude Law).
En la búsqueda de alternativas para auxiliar a esta joven que tiene una nueva oportunidad de reconstruir su matrimonio y la vida que gozaba antes de tener estos frecuentes episodios o crisis emocionales; Banks decide probar algunos nuevos medicamentos
antidepresivos tras discutir el caso con la anterior terapeuta de la vulnerable joven, la Dra. Victoria Siebert (Catherine Zeta Jones). De
esta manera, tras algunas pruebas, Emily inicia su tratamiento con “Ablixa”, un medicamento que parece lograr lo imposible y darle un nuevo brío emocional capaz de regresarle a la joven su feliz vida marital y sus ganas de vivir. Sin embargo, el nuevo tratamiento parece tener -como todo en la vida- sus “efectos secundarios”…
La depresión además de la enfermedad de nuestros días, se convierte así también en un lucrativo negocio en el que varios pueden
participar. La historia adquiere entonces matices mucho más interesantes cuando la historia que aparentemente documentaría las responsabilidades de la industria farmacéutica, va desdoblándose y revelando algunos ingeniosos e inesperados giros de tuerca. La
responsabilidad o culpabilidad de lo ocurrido va cambiando de manos en una trama que se descubre a sí misma, como un inquietante thriller de significativas proporciones.
Cabe destacar además del preciso trabajo de dirección y edición de Soderbergh y el intrigante guión de Scott Z. Burns; las atinadas
interpretaciones de todo su reparto que sin duda, constituyen uno de los mejores atributos de la cinta. Law impecable como el terapeuta que pronto ve acorralada su aparente seguridad y su ascendente desarrollo profesional ante una crisis mediática que
lo apuntala como posible responsable de lo ocurrido. La actuación convincente de Rooney Mara como la hermosa joven de gran fragilidad logra buenos matices a través de sus trastornados estados mentales y emocionales, e incluso Catherine Zeta-Jones transmite en su papel, la frialdad necesaria aunada a su provocativa y misteriosa presencia.
De esta manera, Soderbergh logra una vez más un correcto ensamble actoral y esta vez cumple al entregar un trabajo sólido e inquietante que creemos en una buena recomendación en cartelera actualmente.
“Terapia de Riesgo” nos mantiene eficazmente como espectadores "al filo de la butaca”, esperando el siguiente giro inesperado en la trama o la siguiente revelación. Una película que nos permite navegar a través de su narrativa, una propuesta de personajes bien construidos y una historia que involucra al espectador y lo envuelve exitosamente en su red de suspenso.
Vale la pena esperar que a pesar de lo prometido, aún podamos contar con más trabajos futuros de este prolífico director.
Terapia de riesgo
(2013) / Side Effects (original title) 106 min.
Página Oficial de la película: www.sideeffectsmayvary.com
último trabajo como director. Para esta “despedida fílmica”, nos presenta un thriller emocionante, bien ejecutado, con un ensamble muy bien diseñado, buenas interpretaciones de sus protagonistas y un guión original a través del que introduce al espectador dentro un sombrío mundo de la psiquiatría, de la industria farmacéutica y de los móviles humanos como la ambición, la ética y los trastornos psicológicos.
En esta historia, la joven Emily Taylor (Rooney Mara) aguarda pacientemente la salida de prisión de su amante esposo (Channing Tatum), tras 4 años de encierro por tráfico de influencias, mientras enfrenta lo que parece ser un cuadro severo de depresión que la orilla a cometer un intento de suicidio; suceso que la conduce a ser atendida por un exitoso y aparentemente intachable psiquiatra de nombre Jonathan Banks(Jude Law).
En la búsqueda de alternativas para auxiliar a esta joven que tiene una nueva oportunidad de reconstruir su matrimonio y la vida que gozaba antes de tener estos frecuentes episodios o crisis emocionales; Banks decide probar algunos nuevos medicamentos
antidepresivos tras discutir el caso con la anterior terapeuta de la vulnerable joven, la Dra. Victoria Siebert (Catherine Zeta Jones). De
esta manera, tras algunas pruebas, Emily inicia su tratamiento con “Ablixa”, un medicamento que parece lograr lo imposible y darle un nuevo brío emocional capaz de regresarle a la joven su feliz vida marital y sus ganas de vivir. Sin embargo, el nuevo tratamiento parece tener -como todo en la vida- sus “efectos secundarios”…
La depresión además de la enfermedad de nuestros días, se convierte así también en un lucrativo negocio en el que varios pueden
participar. La historia adquiere entonces matices mucho más interesantes cuando la historia que aparentemente documentaría las responsabilidades de la industria farmacéutica, va desdoblándose y revelando algunos ingeniosos e inesperados giros de tuerca. La
responsabilidad o culpabilidad de lo ocurrido va cambiando de manos en una trama que se descubre a sí misma, como un inquietante thriller de significativas proporciones.
Cabe destacar además del preciso trabajo de dirección y edición de Soderbergh y el intrigante guión de Scott Z. Burns; las atinadas
interpretaciones de todo su reparto que sin duda, constituyen uno de los mejores atributos de la cinta. Law impecable como el terapeuta que pronto ve acorralada su aparente seguridad y su ascendente desarrollo profesional ante una crisis mediática que
lo apuntala como posible responsable de lo ocurrido. La actuación convincente de Rooney Mara como la hermosa joven de gran fragilidad logra buenos matices a través de sus trastornados estados mentales y emocionales, e incluso Catherine Zeta-Jones transmite en su papel, la frialdad necesaria aunada a su provocativa y misteriosa presencia.
De esta manera, Soderbergh logra una vez más un correcto ensamble actoral y esta vez cumple al entregar un trabajo sólido e inquietante que creemos en una buena recomendación en cartelera actualmente.
“Terapia de Riesgo” nos mantiene eficazmente como espectadores "al filo de la butaca”, esperando el siguiente giro inesperado en la trama o la siguiente revelación. Una película que nos permite navegar a través de su narrativa, una propuesta de personajes bien construidos y una historia que involucra al espectador y lo envuelve exitosamente en su red de suspenso.
Vale la pena esperar que a pesar de lo prometido, aún podamos contar con más trabajos futuros de este prolífico director.
Terapia de riesgo
(2013) / Side Effects (original title) 106 min.
Página Oficial de la película: www.sideeffectsmayvary.com