
Por Anthony Vásquez
Cazador de historias
@PalmerCore
Cazador de historias
@PalmerCore
UN DOMINGO SANGRIENTO
El principio del fin
El principio del fin
VIERNES 12 DE DICIEMBRE DE 2014
Tras medio siglo de malas condiciones de vida, constantes carencias, alza de precios y una guerra que solo estaba derivando en un desperdicio de recursos, diversos sectores de la sociedad rusa estaban descontentos y pedían un cambio, una nueva normatividad dentro del régimen zarista de Nicolás II.
Un caldo de cultivo que se nutria con diversos levantamientos, saqueos y motines fugaces dentro del inmenso territorio ruso, siendo el 9 de enero de 1905 cuando ocurre la jornada más sangrienta y la que a posteriori seria el germen de la revolución. Ese día cerca de 200.000 trabajadores rusos organizaron una marcha con dirección a San Petersburgo, en concreto a la residencia invernal del Zar. |
La marcha era pacífica, encabezada por un sacerdote de nombre Georgi Gapon; demandaban mejoras laborales y la creación de una asamblea constituyente. Todos iban sin armas y su actitud era animosa, cantando en favor del Nicolás II, con el himno "Dios salve al Zar", confiados en recibir una buena respuesta del monarca. Pero por infortunio de los pacíficos, otras protestas violentas y disturbios ocurridos en días anteriores tenían a los cuerpos de seguridad en un estado de alerta constante, por tal motivo interceptaron a los manifestantes y les pidieron desistir y retirarse.
Ante la negativa a retirarse por parte de la gente, los cuerpos de seguridad tomaron la decisión de abrir fuego para disuadirlos, descargando metralla sobre el grueso de los manifestantes, matando a cerca de quinientas personas en el lugar e hiriendo a otros tantos de los cuales también habría decesos por la gravedad de sus heridas.
Esta violenta represión provoco un clima social aun más tenso, millones de obreros se declararon en huelga indefinida, mientras que grupos armados planearon asestar un golpe y hacerse con el poder. El Zar no vacilo en cortar de tajo los levantamientos, primero aniquilando a todos los disidentes armados, y en segundo comprando la "simpatía" de uniones obreras y/o arrestando a los líderes opositores. |
|
Así se dio fin a la fugaz revolución de 1905, pero no a sus heridas que permanecerían abiertas por mucho tiempo, germinando en corrientes revolucionarias que sentarían las bases para un levantamiento todavía más sangriento doce años más tarde; la revolución de 1917, que marcaria el fin de los Zares, más no el fin de las penurias para el pueblo ruso.
Nos encanta que participes, puedes dejar tus comentarios en nuestras redes sociales, sección de contacto o al final de la página.